Estudio de Wework y Michael Page.
Según el análisis, la modalidad de trabajo constituye un factor decisivo para considerar mantener o cambiar de empleo: 18% de las personas encuestadas no regresaría de manera 100% presencial a su centro de labores.
Según un reciente estudio sobre la “IA y presencialidad: el nuevo panorama laboral” elaborado por WeWork y Michael Page, que encuestó a ejecutivos y profesionales administrativos (oficinas) en Argentina, Chile, Colombia, México y Perú, con el objetivo de analizar tendencias laborales, especialmente la percepción sobre la presencialidad, reveló que en nuestro país, el 48% de trabajadores labora actualmente de manera 100% presencial desde las oficinas.
En contraste, el 9% se encuentra en un esquema totalmente remoto, el 8% bajo un esquema remoto con posibilidad de asistencia a la oficina y el 35% restante se encuentra en modalidad híbrida.
Del total de personas que trabajan en modalidad híbrida, el 12% acude solo un día de manera presencial, 31% acude dos días a la oficina y 57% restante dos días más a las instalaciones de la empresa.
Flexibilidad gana terreno
Claudio Hidalgo, presidente de WeWork para Latinoamérica, explicó que esta tendencia al retorno presencial muestra señales de estabilidad. “Lo que hemos observado, y probablemente el próximo estudio lo confirme, es que esta modalidad tiende a estabilizarse. Es decir, no vemos que alcance niveles del 60%, 70% o que regrese al 100% de la prepandemia. Más bien, el péndulo se mantiene en torno al 48% o 50%, tal como refleja el estudio”, comentó a Gestión.
Esta reconfiguración de las modalidades de trabajo responde, en gran medida, a las nuevas demandas de los colaboradores, quienes priorizan la flexibilidad.
“Las organizaciones buscan promover un equilibrio entre vida personal y laboral. La idea de tener al colaborador atado a un escritorio de 8 a.m. a 6 p.m. ya no es real; hoy existe mayor apertura para gestionar ese balance. Sin embargo, algunos roles seguirán requiriendo presencialidad absoluta”, indicó Daniela Venero, senior manager de Michael Page.
De hecho, una de las principales razones por las que muchos no desean volver a la presencialidad son los largos tiempos de traslado, la pérdida de equilibrio entre vida y trabajo y la percepción de menor productividad.
Sin embargo, quienes valoran positivamente el regreso a la presencialidad destacan lo contrario: un mejor balance vida-trabajo, una dinámica de equipos más fluida y una mayor eficiencia en sus labores.
En ese sentido, el talento se encuentra polarizado en cuanto a las ventajas y desventajas de su modalida de trabajo actual.
Cambio de empleo
Según el estudio, la modalidad de trabajo constituye un factor decisivo para considerar mantener o cambiar de empleo: 18% de las personas participantes en la encuesta no regresaría de manera 100% presencial a una oficina, 31% no aceptaría un esquema que no fuera remoto y solo 3% no aceptaría un esquema completamente remoto.
“El trabajo remoto o híbrido dejó de ser una ventaja, como lo era hace cinco o dos años; hoy es una condición básica. Incluso, en algunos países las personas empiezan a priorizar el esquema de trabajo por encima del salario”, señaló el ejecutivo de WeWork.
Las preferencias también varían según la generación. Los Baby Boomers son quienes más valoran la presencialidad, con el 38%, mientras que la Generación Z muestra la menor inclinación hacia esta modalidad, con solo 14%. Los Millennials mantienen una posición similar, ya que únicamente el 15% prefiere trabajar presencialmente.
(Fuente: Gestion)