Los bienes raíces representan más del 60% de la riqueza mundial de las personas. Por eso, es cada vez más importante comprender cómo gestionarlos. Escribe Eric Rey de Castro, presidente del Fondo de Inversión en Bienes Raíces (FIBRA), REMS y RE Propiedades.
La población mundial superó las 8,100 millones de personas. Se trata de una cifra tremenda, que nos debe llevar a pensar cómo logra la sociedad satisfacer las necesidades de tanta gente en cuanto a vivienda, trabajo, salud, agro, educación, almacenamiento de bienes, centro de datos, entretenimiento, compras, hoteles y hasta cementerios.
Todas estas actividades y necesidad tienen un punto en común: los bienes raíces. Por ello, se hace cada vez más importante entender cómo gestionar adecuadamente estos activos.
En el caso de países como el Perú, además, debemos incorporar variables como el bono demográfico. Este representar un motor de crecimiento y desarrollo para el real estate, a diferencia de lo que ocurre en algunos países de Europa o en Japón, cuyas poblaciones experimentan un envejecimiento e incluso un crecimiento demográfico negativo.
Como reflejan los reportes de entidades como UBS, el principal activo de las personas en todo el mundo está compuesto por bienes raíces. Ya sea una casa, un edificio, un pequeño departamento, un taller o un puesto de mercado, el caso es que estos bienes representan más del 60% de la riqueza del planeta.
Un análisis adecuado de un bien debe identificar su valor intrínseco para, luego, poder compararlo con otras opciones. Y en este punto se deben incorporar muchos intangibles: la ubicación, el diseño, el precio, la escasez del bien en términos relativos, entre otros.
El bajo riesgo de pérdida de precio u obsolescencia, la poca volatilidad de la inversión, la posibilidad de diversificación que ofrece y el alto apalancamiento son otras características a considerar. Y, a la hora de invertir, resulta preciso identificar el ciclo en el que se encuentra cada tipo de propieadad, para comprar en los puntos bajos y vender en los puntos altos. En ese proceso, la baja penetración de las hipotecas puede ser un factor repotenciador.
También se debe considerar el largo plazo. La inversión inmobiliaria no debe transarse en plazos cortos, sino apostar por la plusvalía, que se suma a las rentas que genera el bien. La combinación de estos dos ingresos es lo que hace que la rentabilidad de os fondos inmobiliarios del mercado americano (REIT y fondos privados) sea la más alta entre los distintos tipos de activos después de 10 años.
En resumen, como dice Warren Buffet, no hay mejor herencia que el premier real estate.
Fuente: Semana Económica