ESPECIAL INMOBILIARIO 2025. Los balnearios del sur de Lima ya tienen vida todo el año. Ahora, con la renovada intensificación de la competencia comercial, se anticipa un movimiento intenso en la oferta de nuevos servicios, malls y proyectos de vivienda.
El sur ha dejado de ser chico. La reciente apertura de dos nuevos malls, la ampliación del boulevard de Asia y el despegue industrial y logístico de la zona están impulsando la dinámica inmobiliaria tanto residencial como comercial y de servicios desde Lurín hasta Cañete. Los jugadores más importantes del mercado inmobiliario ya anticipan ampliaciones y nuevos proyectos para satisfacer la nueva ola que se avecina.
Sol todo el año
Aunque el desarrollo inmobiliario en distritos como Asia se inició en 2006, y en Punta Hermosa y San Bartolo en 2014, la pandemia marcó un antes y después en los distritos del sur. La masiva mudanza a las playas en 2020 terminó convirtiéndolas en una instalación definitiva para algunos, incluso con el retorno a la presencialidad en el trabajo y la educación. El menor costo del traslado y el beneficio de vivir junto al mar, lejos del caos urbano, fueron factores determinantes. “Desde la pandemia, el crecimiento inmobiliario del sur chico se ha mantenido en un 20% anual y proyectamos que continuará así. Vimos una oportunidad ahí”, afirma Karen Lozada, directora ejecutiva de On Retail, la empresa desarrolladora del mall Km 40.
Lozada considera que el sur chico no necesita más centros comerciales, sino una mayor diversificación de servicios. Por ello, proyecta ampliar su oferta de salud y hogar, con una nueva tienda ancla, además de sumar 700 m² dedicados al entretenimiento. El desafío es superar la estacionalidad. “Después de Semana Santa, la demanda de alquiler y compra de viviendas en el sur [tradicionalmente] se reduce a la mitad. En 2025 la caída debería ser menor, gracias a la nueva oferta comercial y de entretenimiento”, advierte el gerente de marketing de Urbania, Luciano Barredo.
Cada vez más grande
El Grupo Octagon, pionero en el desarrollo inmobiliario de San Bartolo, ha experimentado el auge de la demanda en el sur chico desde cerca. “El condominio Ocean Reef, lanzado en 2015, tardó cinco años en venderse. La primera etapa del proyecto Miramar, en cambio, logró la misma cantidad de ventas en la mitad de tiempo”, revela la gerenta general adjunta del grupo, Karianna Ramírez. Por eso, la empresa viene desarrollando en San Bartolo la segunda y tercera etapa de Miramar, con 100 unidades cada una.
Otras inmobiliarias de la zona, especializadas en edificios boutique, reportan un comportamiento similar en las ventas. “Compramos un terreno en San Bartolo en 2022 y ya lo tenemos construido y vendido al 50%”, detalla el socio fundador de Camargo Neyra Grupo Inmobiliario, José Neyra. Además de otros dos proyectos en Punta Hermosa y San Bartolo, la empresa identifica una importante oportunidad de crecimiento en Punta Rocas, que alberga el centro de alto rendimiento para surfistas más grande de Sudamérica. Y donde el precio del metro cuadrado aún se mantiene por debajo del promedio. “Hace algunos años, el metro cuadrado en San Bartolo costaba US$600; actualmente supera los US$1,200”, cuenta el otro socio de la empresa, Fernando Camargo.
Nuevos desarrollos
El sur ofrece ahora oportunidades más allá de la vivienda de playa. “Lurín se ha consolidado como un importante polo industrial y logístico, atrayendo a numerosas empresas y sus trabajadores”, remarca el director de consultoría de RE Propiedades, Sandro Vidal. En respuesta a esta demanda, el Grupo Octagon planea construir viviendas de interés social en San Bartolo y Punta Negra. “Están pensadas para la gente y trabajadores de la zona”, explica Ramírez.
El desarrollo inmobiliario sigue extendiéndose hacia el sur y alcanza incluso la zona intermedia entre San Bartolo y Asia. “En Puerto Viejo (kilómetro 65, provincia de Cañete) hemos construido más de mil casas”, señala el director ejecutivo de nuevos negocios de Desarrolladora Inmobiliaria, Antonio Espinosa. El ejecutivo explica que las características geográficas limitan las opciones de construcción más allá de Sarapampa: “la siguiente playa apta para desarrollos está en el kilómetro 200, en Chincha. Después de Sarapampa, la costa se vuelve acantilada, lo que dificulta la construcción de viviendas uniformes”, detalla.
Frente a todo este renovado movimiento, el boulevard de Asia, propiedad de Jockey Plaza, planea un ambicioso desarrollo inmobiliario en sus 20 hectáreas disponibles. El centro comercial, que ya opera con el 50% de sus tiendas abiertas durante todo el año y que, en comparación al 2023, experimentó un crecimiento del 26% en las visitas de invierno durante 2024, creará una especie de ciudad “que integrará educación, salud, vivienda, comercio y entretenimiento”, según adelanta su directora comercial, Mariana Becerra.
Fuente: Semana Económica